jueves, 23 de mayo de 2013

Las microcanalizaciones

Diferentes tipos de microconductos de polietileno de alta densidad
Los avances tecnológicos están imponiendo unos nuevos modos de hacer las cosas; los cables de fibra óptica extienden su ámbito de utilización y lo que empezó sirviendo para intercomunicar centrales de conmutación ha llegado a los hogares a través de la  FTTH.  
Sección típica de un microconducto
El reducido tamaño de los cables que dan soporte a estos nuevos sistemas permite que las canalizaciones,
conductos y registros sean mucho más pequeños que los tradicionales.   En este nuevo escenario aparecen las microcanalizaciones, a las que se dedica esta entrada del blog.
Esta máquina zanjadora excava y limpia la zanja

Con los microductos las instalaciones son más económicas, más rápidas y más eficientes debido a que  requieren una zanja de solo 1 a 3 cm de ancho a diferencia de las zanjas convencionales que tienen un ancho de más de 15cm.   La excavación de estas pequeñas zanjas se realiza por medios mecánicos, normalmente se trata de rozadoras provistas de unos discos cortantes de un grosor mínimo, escasamente superior a lo necesario para introducir el microtubo.

Colocación del microconducto dentro de la ranura.

Los microtubos están diseñados para ser introducidos directamente en la zanja, sin necesidad de ningún tipo de acondicionamiento previo.   Normalmente están construidos de dos capas de polietileno de alta densidad con un bajo índice de fricción, lo que facilita la posterior instalación de la fibra por el método de soplado.   También incorporan una capa de aluminio que aumenta la protección contra la humedad.  


Máquina sopladora para introducir las fibras.  A la derecha se puede apreciar el tubo de aire procedente del compresor
 


Los conductos internos tienen un diámetro de unos 5 mm que permiten el paso de hasta 12 hilos de fibra.   Una vez instalado el microconducto en la zanja, debe rellenarse con cemento (de consistencia muy fluida), con alquitrán o con algún otro tipo de compuesto, según las características del suelo donde lo hayamos instalado.   Se han diseñado diferentes tipos de  arquetas prefabricadas de pequeñas dimensiones como registros pero que también pueden albergar elementos de conexión, empalme o splitters.   Después de completados los trabajos de instalación de los microconductos solo queda pasar los haces de fibra óptica.   Para ello se utiliza una máquina sopladora alimentada por el aire de un compresor.  




El soplado hace que las fibras pasen de un extremo a otro del microtubo con una asombrosa facilidad y sin necesidad de hilos guía de ningún tipo.